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Estatua del Cid Campeador (Burgos)

miércoles, 29 de enero de 2014

MÚSICA



 El gran Miklós Rózsa (1907-1995) compuso esta preciosa ost ambientada en el mundo de la Reconquista española, una sociedad mestiza reflejada perfectamente en la melodía principal recreando la cultura arabesca y su armonía. Ost nomanada al Óscar (1961).

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sábado, 4 de mayo de 2013

"Coplas a la muerte de su padre", de Jorge Manrique

















Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte                      5
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo después de acordado,
da dolor;
cómo a nuestro parescer,                    10
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado,                                           15
si juzgamos sabiamente,
daremos lo non venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar                 20
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.

Nuestras vidas son los ríos               25
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
e consumir;                                       30
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
e más chicos,
allegados, son iguales
los que viven por sus manos           35
e los ricos.

 
Invocación


Dexo las invocaciones
de los famosos poetas
y oradores;
non curo de sus ficciones,
que traen yerbas secretas
sus sabores.
Aquél sólo me encomiendo,
Aquél sólo invoco yo
de verdad,
que en este mundo viviendo,
el mundo non conosció
su deidad.

Este mundo es el camino
para el otro, que es morada
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nascemos,
andamos mientras vivimos,
e llegamos
al tiempo que fenesçemos;
assí que cuando morimos,
descansamos.

 


 

 

ANTONIO MACHADO: CAMPOS DE CASTILLA


El año pasado, mediados de abril de 2012, se cumplió el centenario de la publicación del poemario ‘Campos de Castilla’ de Antonio Machado, que puso por vez primera a Soria en el mapa cultural de España. Además, toca recordar los cien años del fallecimiento de Leonor Izquierdo Cuevas. Será el 1º de agosto, pues ‘fue a las diez de la noche / en la calle Estudios, 7 / con dieciocho años cumplidos / ¡maldita la mala muerte! / cuando Leonor expiró’. Se cerraba así el negro paréntesis abierto el 13 de julio de 1911 en París, al evidenciar la joven esposa, mediante un vómito de sangre, los síntomas de la letal tuberculosis, el llamado mal del siglo. Sucedió en París, sí; ‘cuando la enfermedad de Leonor nos hirió como un rayo en plena felicidad’, diría Machado. Creo que ya saben los lectores los detalles de esta tristísima historia de amor.

Desde que Antonio, viudo en Baeza, pidiera a su buen amigo José María Palacio que subiera al alto Espino ‘donde está su tierra’ y le llevara flores a su difunta esposa, generaciones sucesivas de sorianos continúan ese ritual, en respuesta a tan piadosa petición. En especial, los alumnos de su Instituto que, todos los años, el día 22 de febrero, aniversario de la muerte de Machado en Collioure, ascienden al cementerio y recitan poemas en su honor. Y depositan sobre la tumba de Leonor aquellas flores frescas prometidas.

 

CXXVI- A JOSÉ MARÍA PALACIO


Palacio, buen amigo,
¿está la primavera
vistiendo ya las ramas de los chopos
del río y los caminos?..
(…)
Con los primeros lirios
y las primeras rosas de las huertas,
en una tarde azul, sube al Espino,
al alto Espino donde está su tierra.



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Mariano José de Larra


El día 15 de febrero de 1837, uno de los grandes y más leídos periódicos de la época, el Eco del Comercio, en la cuarta plana, no en la primera, ni en la segunda, publica el siguiente suelto: «A las ocho menos cuarto de la noche de antes de ayer, se suicidó de un pistoletazo nuestro distinguido escritor don Mariano José de Larra, bien conocido en el mundo literario por sus muchas y preciosas producciones, y cuya pérdida habrán de lamentar eternamente todos los que sepan apreciar nuestras glorias literarias, que tanto lustre han adquirido con las obras de este desgraciado joven. No nos atrevemos por delicadeza a manifestar la causa que ha motivado esta catástrofe.
 
Noticiosos sus muchos amigos de que había de enterrarse su cadáver en la mañana de hoy en sepultura de misericordia, por no haberse dado disposición alguna por ninguno de sus parientes para que se efectuase con el decoro debido a uno de nuestros primeros ingenios, se decidieron a costearle su entierro y sepultura, que tendrá efecto a las cuatro de la tarde de hoy, saliendo de la iglesia de Santiago donde está depositado, acompañándole hasta su última morada la juventud literaria de Madrid».